Hay una creencia de impunidad por parte de los pederastas y pedófilos

Como jefe del grupo de delitos contra las personas de la Guardia Civil de Pontevedra, Javier Quiroga Paredes reconoce que lo más difícil, a la hora de investigar los casos de pedofilia y pederastia, es trabajar con «el menor que está siendo abusado. Tenemos unidades que están especializadas en la toma de declaraciones, hay grupos de psicólogos preparados». Durante una jornada, este agente tuvo ocasión de trasladar su experiencia a los alumnos que asistieron al curso de la UNED sobre Abuso sexual infantil: pedofilia.

-¿Cómo influye Internet en la proliferación de estos delitos? 

-La Red es un mundo y es muy complicado llegar a los usuarios finales de la pornografía infantil.

-¿Se ha relajado la percepción del riesgo en Internet? 

-Creo que no. Lo que sí hay es una creencia de impunidad por parte de los pederastas y pedófilos, pero hoy las fuerzas y cuerpos de seguridad están trabajando duro frente a este tipo de delitos.

-¿Tal vez lo más complicado es que es un delito que no se comete en un lugar físico? 

-Exactamente y por eso las operaciones, por lo general, tienen una dispersión geográfica muy amplia. A la hora de intervenir en foros y compartir archivos P2P participa gente de distintos lugares, ya no solo de España.

-Y de todas las clases sociales. 

-No cabe duda. No es un delito específico de una clase social. Hay de todos los estamentos.

-En una investigación con víctimas adolescentes, ¿qué es lo más complicado para un agente? 

-Lo más complicado es el primer momento, es cómo se detecta ese abuso. Estamos hablando, en muchos casos, de niños de 6 o 7 años. Institucionalmente, la Guardia Civil, como la Policía Nacional, tienen establecidos unos protocolos. Cuando llega la denuncia a un puesto, ya saben que lo primero que tiene que hacer es avisar a nuestra unidad o los equipos de policía judicial. Hoy se tratan temas que hace unos años era impensable o inviable que la Guardia Civil los abordara, como es el tratar a las víctimas y no solo pensar en la resolución del delito.

-Me refiero a cómo se afronta un caso en el que la víctima podría tener la edad de sus hijos. 

-Es muy complicado. Es un tipo delictivo en el que te puedes implicar mucho... A la hora de preparar esta conferencia, los agentes de delitos telemáticos me ayudaron y son realmente duros los casos que han llevado de pornografía infantil. No es un delito al uso y se lleva mal, aunque sabes que tienes que separar lo que es la investigación de lo que es el tema personal o los sentimientos.

-¿Hasta que punto es cierta la afirmación de que los niños que han sido víctimas de abusos se convierten en abusadores al llegar a la edad adulta? 

-Es un tema recurrente y que ya están abordando lo psicólogos. No soy especialista y solo puedo hablar por lo que me han expuesto, y hay un tanto por cierto de casos que siguen este patrón. Es una cuestión que sobrepasa el ámbito policial.

-¿Se podría hacer una equiparación con determinados casos de malos tratos a menores? 

-Sí.

-¿Cuál es la situación de Pontevedra? 

-En Pontevedra ha habido pocos casos relacionados con abusos sexuales a niños. Normalmente, los autores son familiares.

Javier Quiroga PAredes Jefe del Grupo de Delitos contra las Personas de la Guardia Civil