Abuso sexual infantil, un problema en Sinaloa
“Muchas veces las madres, en la intención de mantener la integración familiar, prefieren no denunciar la violación de la hija o hijo, pues el agresor es el padre o padrastro”, precisó Karen Lizárraga, directora del albergue para niñas y adolescentes que han vivido violencia Floreser.
Al igual que a nivel nacional, la población más afectada por el citado delito son los niños y las niñas entre los 8 y los 12 años de edad.
En la edad adulta, un 7.3 por ciento de las mujeres son violadas sexualmente por sus propias parejas, según estadísticas del Inegi.
Elizabeth Ávila Carrancio, directora del Ismujer en Sinaloa, precisó que por muchos años se consideró que era obligación y parte del compromiso matrimonial que la mujer accediera a tener relaciones sexuales cuando el esposo lo pidiera sin pedir su opinión, por lo cual no se consideraba un delito.
Sin embargo, con el paso de los años y al reconocer el derecho de la mujer a decidir, ahora el esposo o la pareja no puede obligar a la fémina a tener relaciones sexuales, de lo contrario estaría cometiendo un delito.
Agresiones a menores.De acuerdo con datos proporcionados por la Procuraduría General de Justicia en Sinaloa a través de Acceso a la Información, de 2010 a septiembre de 2014 se registraron 154 denuncias por violaciones en niños de los cero a los 11 años de edad.
En los datos proporcionados, por municipio se muestra a Culiacán, Mazatlán, Ahome y Guasave como los sitios donde hay mayor denuncia de este delito.
En menor escala aparecen Rosario y Escuinapa.
Escuchar al menor. Para los representantes de instituciones de violencia intrafamiliar, violencia sexual y ayuda al menor, lo mejor es prestar atención cuando un niño o niña quieran platicar.
Brambila López indicó que aún cuando está identificada la edad de los 8 a los 12 años como la más susceptible para que un pequeño sea abusado sexualmente, de septiembre a enero han llegado padres con niños en edad de preescolar con indicios de ser agredidos sexualmente.
“Muchas veces los padres tienen precaución o están más al pendiente de las niñas, no igual con los niños, pero ellos se encuentran en el mismo nivel de riesgo”, enfatizó Brambila.
El Subproducador de justicia en la zona sur Jesús Antonio Sánchez Solís expresó que en los últimos años han aumentado las denuncias por abuso sexual en los menores, posiblemente por las campañas en medios respecto a la importancia de escuchar a los niños.
Esa situación, tal vez ocasionó que en el 2011 se registrará un reporte de menores en primarias y secundarias de la zona sur que eran abusados en las escuelas.
El funcionario no precisó la cifra de denuncias en aquel año, pero al comprobar el delito se procedió a sacar de los planteles a aquellos docentes que cometían el delito de abuso sexual.
Miguel Ángel Pichardo Reyes sicólogo experto en Trauma en victimología indicó que los padres deben poner atención a las palabras de su hijos y creerles.
Recurrir en busca de auxilios sicológicos, pero no reaccionar de forma desproporcionada, ni tampoco prometer cosas que no se cumplirán.
Es importante no preguntar, ni cuestionar al niño, el porque no dijo antes lo que ocurría o intentar interrogarlo para que diga más cosas.
Un padre debe dar palabras de aliento y aclarar que él no es responsable de lo sucedido.
Además de resaltar el amor incondicional que se tiene al niño.
Cuando un niño o niña está es posiblemente víctima de abuso sexual, se debe verificar que el pequeño se encuentre integro para determinar si necesita ayuda sicológica o física.
Finalmente los padres decidirán si acuden a la justicia o no, pero si debe acudir con en busca de apoyo sicológico.
“Hasta que una persona revela el abuso sexual termina el abuso sexual, esto es, puede ser que un niño o niña cuando vivió abuso sexual, pero durante 10 o 20 año mantuvo en secreto esa situación de abuso. Entonces no terminó el abuso porque siguió reviviéndolo en su memoria y en su cuerpo”.
Que hace la justicia. Al llegar una denuncia por abuso sexual infantil, la Procuraduría General de Justicia en Sinaloa, indicó Sánchez Solís tiene un programa de Atención a Víctimas donde se les ofrece atención sicológica al menor en la intención de reducir o borrar en lo posible la mala experiencia vivida.
También se ofrecen alternativas de otras instituciones donde pueden abordar el problema del menor con asistencia sicológica.
El subprocurador señaló que el Código penal ya estipula distintas variantes por las cuales una persona o un menor de edad puede ser violado.
Al comprobar el delito de violación, este se ubica en la categoría de grave, donde el inculpado no tiene derecho a fianza y puede alcanzar de ocho hasta 18 años de prisión.
“La violación es un equivalente en relevancia a un delito simple de asesinato”.
Factores sicosociales de riesgo para que un menor sea agredido o violado sexualmente:
-Conflictos en la pareja.
-Violencia en la pareja.
-Falta del cuidado de los hijos.
-Presencia de una enfermedad crónico degenerativa en algún miembro de la familia.
-Algún tipo de enfermedad mental en uno de los padres.
-Presencia de alcoholismo y adicciones.
- Experiencias previas de abuso sexual por parte de alguno de los progenitores.
-Conocimiento inadecuado de la sexualidad por parte del niño, esto va acompañado de un lenguaje verbal inadecuado con respecto a la sexualidad.
Indicadores específicos de abuso sexual infantil:
-Comportamiento sexual agresivo hacia otros niños.
-Conductas de seducción hacia los adultos.
-Prácticas sexuales, incluyendo la masturbación de forma obsesiva en niños o niñas.
-Ansiedad o malestar con respecto a su propia sexualidad o genitalidad.
Indicadores inespecíficos de abuso sexual:
-Eneuresis (orina involuntaria regularmente mientras duerme).
-Encopresis (defecación involuntaria en un pequeño mayor de 4 años de edad).
-Problemas de atención.
-Alteraciones de sueño.
-Problemas de alimentación.
-Intentos suicidas.
-Salidas fuera del hogar sin control.
-Consumo de drogas.
-Prostitución.
-Embarazo temprano.
-Enfermedades de transmisión sexual.
-Embarazo adolescente.
